Hace un año que la palabra coronavirus llegó a nuestras vidas. Tuvimos que desaprender para volver a aprender, y dentro de esta nueva forma de conocer y relacionarnos los consumidores necesitaron ver que las marcas se preocupaban y comprometían de verdad con la sociedad y la situación actual adversa. Muy atrás queda sentir la aprobación de los consumidores al realizar una estrategia de Responsabilidad Social o una simple acción de comunicación emotiva, pues no se busca una buena imagen, sino un verdadero compromiso de marca.
Por ello las marcas pausaron sus esfuerzos comerciales de oferta y demanda y bajaron a la velocidad que la sociedad necesita. Acciones que hemos ido pudiendo ver a lo largo de todo este año y que hoy queremos recordar:
Primero vinieron las palabras, con las marcas reestructurado sus logos y mensajes de cabecera para participar en el mensaje que el momento necesita:
Después vinieron las acciones:
Hyundai cedió a varios hospitales de la Comunidad de Madrid su flota de vehículos para que el personal hospitalario pudiera realizar su trabajo de forma segura y, en la medida de lo posible, facilitarle el día a día durante el estado de alarma decretado por el Gobierno.
Inditex trasportó millones de mascarillas poniendo su logística a coste cero para mover 970 respiradores y millones de guantes.
Y por último, pero más importante, hemos llegado a las marcas humanas que responden a un mercado emocional. Una nueva categoría de marca que hoy día convierte la interacción consumidor-compañía en una relación de entendimiento y vulnerabilidad.
Ahora solo queda ver cuales siguen cumpliendo el propósito y cuales no, todo un paradigma de trasformación y activación que fue producido por esa palabra que hace un año no conocíamos.
En Magnolia apostamos por la comunicación de propósito, apostamos por la creación y difusión de marcas que acompañen las personas, creamos un branding social que conecte con el público y aporte en sus valores: https://comunicacionmagnolia.com/diseno-branding/